sábado, 10 de diciembre de 2011
Capítulo 5: Empezar desde cero.
-Andrew- ¿Te
encuentras bien? Te veo un poco pálida.
-Yo- ¿Eh? Sí,
estoy bien. Lo que pasa es que no tengo a donde ir, ni tampoco dinero para ir a
un hotel
-Andrew- Por
eso no te preocupes, puedes vivir conmigo y unos amigos, tenemos un chalet a
las afueras de la ciudad, no muy lejos de donde te encontré.
-Yo-
¿Enserio? Muchas gracias, pero no quiero ser una molestia.
-Andrew-
Tranquila ya he avisado a los chicos, y están de acuerdo.
Montamos en
un todoterreno BMW blanco que había aparcado a unas calles del hospital. Cuando
llegamos al polígono industrial empecé a recordar algo de lo que paso la noche
anterior. Recuerdo que corría sin parar, sin ninguna dirección a la que ir,
solo corría, ¿por qué? Por una discusión que había tenido aquella noche, lo que
no recordaba era con quien ni porque, supongo que sería con mis padres, pero no
les recordaba. Llegamos a un chalet que destacaba entre los que le rodeaban,
este era diferente, era peculiar. Al entrar, Andrew me presentó a sus
amigos; Max y Gonzalo, eran simpáticos y
divertidos, allí también vivían Danielle y Carla, unas chicas muy dulces y
amables. Después me enseñaron la
habitación donde iba a dormir, ¿hasta cuándo? Pues eso no lo sabía. Esa noche
me fui a dormir pronto, ese día estaba muy cansada. Al la mañana siguiente, fui la primera en
levantarme, al rato se levantaron los demás, desayunamos y fuimos al centro
comercial a comprar adornos de navidad para decorar el chalet, tenía algo que
contrales a los demás pero no encontraba el momento adecuado.
-Yo- ¿Eh? Sí,
estoy bien. Lo que pasa es que no tengo a donde ir, ni tampoco dinero para ir a
un hotel
-Andrew- Por
eso no te preocupes, puedes vivir conmigo y unos amigos, tenemos un chalet a
las afueras de la ciudad, no muy lejos de donde te encontré.
-Yo-
¿Enserio? Muchas gracias, pero no quiero ser una molestia.
-Andrew-
Tranquila ya he avisado a los chicos, y están de acuerdo.
Montamos en
un todoterreno BMW blanco que había aparcado a unas calles del hospital. Cuando
llegamos al polígono industrial empecé a recordar algo de lo que paso la noche
anterior. Recuerdo que corría sin parar, sin ninguna dirección a la que ir,
solo corría, ¿por qué? Por una discusión que había tenido aquella noche, lo que
no recordaba era con quien ni porque, supongo que sería con mis padres, pero no
les recordaba. Llegamos a un chalet que destacaba entre los que le rodeaban,
este era diferente, era peculiar. Al entrar, Andrew me presentó a sus
amigos; Max y Gonzalo, eran simpáticos y
divertidos, allí también vivían Danielle y Carla, unas chicas muy dulces y
amables. Después me enseñaron la
habitación donde iba a dormir, ¿hasta cuándo? Pues eso no lo sabía. Esa noche
me fui a dormir pronto, ese día estaba muy cansada. Al la mañana siguiente, fui la primera en
levantarme, al rato se levantaron los demás, desayunamos y fuimos al centro
comercial a comprar adornos de navidad para decorar el chalet, tenía algo que
contrales a los demás pero no encontraba el momento adecuado.
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