sábado, 26 de noviembre de 2011

Capítulo 2: ¿Qué? ¿Por qué me hacéis esto?

-Carolina (mamá)- Oh, estás aquí.
-Yo- Mmmm, me habéis llamado ¿no? Es normal que este aquí-dije con desprecio.
-Papá- Si tienes razón, bueno no voy a ir con rodeos, ya sabes que un Dublín tengo un amigos que dirige uno de los internados más prestigiosos de la ciudad, y te ha conseguido una plaza a mitad de curso. Osea, que dentro de cuatro días como mucho viajas con una criada hacía allí.
-Yo- ¿Qué? No puede ser, no me podéis hacer esto. ¡Os odio! Nos os voy a perdonar en la vida. Sois de lo peor que hay.
-Carolina (mamá)- Hija lo hacemos por tu bien, no te pongas así.
-Yo- ¿Ahora soy tu hija? ¿Me puedes decir desde cuándo? Porque he estado 16 años sola, sin el cariño de unos padres, si ese cariño que nunca he recibido de vuestra parte. Solo de criados que tienen su propia familia. He vivido como una extraña dentro de mi propia vida. Me refugiaba de esa soledad en mis amigos, pero vosotros no me dejabais salir con ellos. Después empecé a refugiarme en la lectura, ese momento en el que leía un libro es el único momento en el que era feliz. Después, volvía a la realidad, un lugar en el que mis padres no me daban cariño y que me compensaban con objetos materiales. Lo único que os voy a decir es que vosotros para mí ya no sois mis padres, os odio. Y jamás os perdonaré. Gracias por este regalo de Navidad. – dije mientras miraba a mis padres con desprecio.
No pude contener las lágrimas, muchos sentimientos tenía en ese momento. Me sentía triste, con rabia, odio hacia mis padres, nostalgia, infelicidad, enfadada con el mundo, débil delante de estos problemas, desesperada… En ese momento solo pude hacer una cosa, correr. ¿Hacia dónde? Ni yo lo sabía. Estuve una media hora corriendo sin un lugar hacia dónde ir. Cuando paré me di cuenta de que estaba a las afueras de la ciudad, en el polígono industrial.  Nunca había estado allí, solo he pasado alguna vez en coche, así que no sabía cómo volver ni a donde ir, así que se podría decir que estoy perdida. Decidí seguir caminado por si veía a alguien que me pudiera ayudar. Y así fue, me encontré con un grupo de chicos de unos 17 años. Pero en vez de ayudarme querían atracarme, empezaron a forcejearme, les supliqué que por favor me dejaran en paz, que no tenía nada. Cuando les dije eso, dos me agarraron de los brazos, mientras otro me pegada puñetazos, y entre uno de esos puñetazos otro me pegó una puñalada en las costillas, y se fueron por donde habían venido, dejándome tendida en el suelo, desangrándome. Quería llamar a alguien para pedirle ayuda o a una ambulancia, pero al salir corriendo de casa lo deje todo allí…

                                                                  ~Continuará…~

No hay comentarios:

Publicar un comentario